Aunque la razón de aparecer las redes sociales era que todas las personas, independientemente del lugar en el mundo en el que se encuentren, puedan mantener no sólo una relación directa, sino a través de contar sus experiencias, enseñar fotos, compartir momentos, etc., lo cierto es que cada vez una mayor cantidad de personas se están viendo atrapadas por ellas.
La edad más preocupante es la que se encuentra entre los 15 y los 25 años, ya que son los que presentan un mayor porcentaje de adicción, alcanzando un 30 % de jóvenes que están fuertemente enganchados a este tipo de sistema de comunicación.
Según un estudio realizado por Somaap, hay una ligera mayoría de hombres con esta adicción que mujeres. No obstante, casi no se aprecia la diferencia.
En cuanto a las razones dadas por los jóvenes que formaron parte de este estudio, la inmensa mayoría, alcanzando el 56 %, argumenta que es porque “les gusta”, mientras que el 30 % lo hace para tener amigos, y el 17 % restante por mantenerse actualizados.
El mayor problema que puede representar esta adicción es que ocupan un tiempo en detrimento de las relaciones personales directas, por lo que, pese a que se encuentren en permanente contacto con otras personas, la realidad demuestra que tan sólo se trata de un contacto ficticio e irreal. No se puede conocer verdaderamente a la persona con la que se habla, y en esencia, tan sólo estamos hablando con un ordenador.
Algunas asociaciones de padres han buscado respuestas e intentan buscar un mecanismo que les permita que sus hijos eviten caer en la trampa, ¿Se conseguirá una evolución, o estamos condenados a crear nuevos tipos de enfermedades psicológicas? El tiempo lo dirá, aunque lo cierto es que en el fondo tan sólo se trata de una moda.