Sin duda, los avances tecnológicos e informáticos repercuten directamente sobre los sistemas utilizados en gran parte de las actividades cotidianas de nuestras vidas. Un buen ejemplo es el uso de Internet para el aprendizaje.
Sin duda, Internet es el sistema del futuro para la enseñanza, ya que está libre de límites y puede aportar una serie de sistemas de enseñanza muy interesantes. Esta modificación queda clara en especial cuando vemos que existe una gran cantidad de iniciativas y proyectos que ya están en marcha y que permiten el aprendizaje a través de Internet sin la necesidad de acudir a un aula.
Por supuesto, este aspecto tiene puntos a favor y en contra. Por ejemplo, los más pequeños de la casa no sólo aprenden asignaturas en clase, sino que también aprenden a relacionarse con otras personas, algo que se limitaría considerablemente en el caso de que la enseñanza tornase en este sistema como único. Pero por otra parte, las personas mayores que estudian y trabajan, con lo que no disponen del tiempo suficiente durante el día para todo, sí son las más adecuadas para este tipo de sistemas que les evitan desplazamientos innecesarios.
Con este sistema, el profesor será el encargado de promover y guiar a los alumnos, pero ya no tendrá la responsabilidad directa de aportar respuestas a los mismos, ya que ellos podrán obtenerla sin dificultades a través de la red de información.